Lamán y Lemuel ... cuánto me recuerdan a alguien!!!

Cuatro debilidades personales se hacen obvias cuando estudiamos las vidas de Lamán y Lemuel: orgullo, frivolidad , pereza, y cólera. Estas debilidades los inhabilitaron para desarrollar una fe viva en Cristo y eventualmente decidir rechazar por  completo a Dios. Cada debilidad no era sólo un síntoma ,sino también la razón de su fracaso para aceptar a Cristo y salvarse. Por último, fue el fracaso de Lamàn y Lemuel al desarrollar la fe viva en Cristo lo que les impidió vencer sus debilidades personales y los llevó a su destrucción espiritual. El Salvador promete ayudarnos a vencer nuestras debilidades y redimirnos de nuestro estado caído (ver el Éter 12:27). Lamàn y Lemuel no pudieron desarrollar la fe en Cristo y optaron por combatir sus debilidades por sus propios medios,  una causa que no pudieron ganar. Su respuesta negativa de “crecer en Cristo” los dejó para hacer “para sí” (ver 3 Nephi 1:29). Por lo tanto, aunque Laman y Lemuel hicieron muchas cosas buenas, cuando fueron libres para decidir por si mismos, no pudieron hacer lo que el Salvador  deseó que hicieran.  Para entender mejor cómo esto pasó, es provechoso examinar la relación entre estas cuatro debilidades de Lamán y  Lemuel  y  la carencia de fe en Cristo.
Estos ejemplos claramente ilustran que es imposible sostener una relación con Dios sin el esfuerzo  y sacrificio necesarios. Hugh Nibley escribió: “No podemos disfrutar de la obediencia opcional a la ley de Dios, o colocar nuestros propios límites a la ley de sacrificio o mitigar los costos de la conducta honrada relacionada con la ley del evangelio. No podemos querer sólo sacrificar lo que es conveniente para nosotros, y luego esperar una recompensa. La Expiación es todo; no se debe "abaratar’”.